EL TRÍPODE |
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El trípode es un accesorio con tres patas (tres puntos de apoyo) que
permite mantener la cámara fotográfica completamente estática. Suelen
tener una zapata de acople rápido que se ajusta a la cámara con una rosca
para dejarla permanentemente en ella, y así acoplar la cámara rápidamente
al trípode sin tener que enrosacarla. Permite girar la cámara vertical,
horizontalmente y moverla en altura.
El trípode es necesario:
Con exposiciones largas (a partir de 1/30 segundos
aproximadamente).
Al usar teleobjetivos. Hay que tener en cuenta que un ligero
movimiento en la cámara supone un movimiento muy grande en el sujeto
enfocado a gran distancia.
Con exposiciones múltiples, si se quiere hacer coincidir el fondo.
Al usar el autodisparo. Así nadie tiene que sujetar la cámara.
Cuando se quiere hacer fotografías con el mismo encuadre.
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Es recomendable que el trípode sea pesado y estable para conseguir que
la cámara esté completamente quieta. Si se prefiere uno ligero, se
recomienda utilizar un disparador para no mover la cámara en el momento de
apretar el botón del obturador. |
EL DISPARADOR |
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El disparador es un accesorio que nos permite efectuar un disparo, sin
afectar al movimiento de la cámara cuando utilizamos un trípode.
Los primeros, y los más utilizados constan de un cable, más o menos
largo, con un botoncito en un extremo, y una rosca en el otro, la cual se
insertaba en el pulsador de disparo del obturador. |
A estos, les siguieron los disparadores electrónicos por
control remoto, que afectaban aún menos al movimiento de la cámara. Éste
es el tipo de disparadores que se utilizan en las cámaras SLR automáticas.
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En las cámaras SLR hay un modo de tiempo de exposición llamado BULB.
Dicho modo permite mantener el obturador abierto mientras se esté pulsando
el disparador. Éste es el caso de fotografías nocturnas, de tormentas
o fuegos artificiales. En estos casos, y siempre con trípode, es muy recomendable
el uso del disparador. |
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