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El barrido y las técnicas especiales
en la fotografía de acción |
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Ante los motivos en movimiento existe una marcada tendencia
que parece llevar al fotógrafo a la necesidad de "congelar" la acción.
Si bien esta es la opción mayoritaria (especialmente en publicaciones
deportivas), no significa que debas limitar tu creatividad y utilizar
únicamente velocidades de obturación altas cuando tus motivos estén en
movimiento.
Puedes crear interesantes imágenes en las que el dinamismo y el movimiento
sean protagonistas, sacrificando, si es necesario, la visión nítida y
perfecta del motivo.
El barrido
El barrido, también llamado panoramización, consiste en seguir
el motivo en movimiento, disparar la cámara (sin detener la acción de
seguimiento) y, gracias a una velocidad de obturación lenta, obtener una
imagen razonablemente nítida del sujeto sobre un fondo borroso (barrido).
Esta técnica no siempre resulta predecible, especialmente con cámaras
digitales. Sin embargo, gracias a la inmediatez de esta tecnología, puedes
repetir la toma hasta que consigas unos resultados aceptables.
Para poder realizar una fotografía con la técnica del
barrido deberás encuadrar el motivo en el visor cuando este aun se encuentra
lejos, acercándose a la cámara. Sitúalo a un lado del encuadre y síguelo,
con un giro de la cámara sincronizado, de forma que el motivo se mantenga
en el mismo lugar del visor o la pantalla. Cuando se encuentre a tu altura
(sin dejar de seguir el motivo en ningún momento), dispara la cámara.
No olvides ajustar una velocidad de obturación lenta.
La técnica
- 1. La situación idónea se produce cuando puedas situarte a cierta
distancia del motivo y utilizar el teleobjetivo. Procura que el motivo
se desplace en paralelo a la cámara.
- 2. Ajusta una velocidad de obturación relativamente lenta (1/60,
1/30 o menos) y el diafragma que le corresponda para una exposición
correcta. Si tienes mucha luz ambiente quizá no puedas ajustar una
velocidad lo suficientemente lenta.
- 3. Con el fin de asegurar que el motivo estará enfocado, realiza
el enfoque sobre el punto en que pasará antes de que éste llegue (enfoque
previo). A continuación bloquea el enfoque.
- 4. Cuando el motivo aparezca a lo lejos, sitúalo en el visor (o
pantalla LCD) y procura seguirlo, con un movimiento de giro suave,
manteniéndolo siempre en la misma posición en el encuadre.
- 5. Justo antes de que el motivo pase por el punto donde has enfocado,
dispara la cámara sin detener el movimiento de giro en ningún momento.
Con las
cámaras digitales, debido al desfase que existe entre el momento en que se
acciona el disparador y el momento que se capta la imagen, deberás ensayar
hasta encontrar el instante adecuado para el disparo. Anticipa el disparo
una fracción de segundo y, en el encuadre, sitúa el motivo ligeramente más
atrasado que en la posición que desees captarlo.
Con el fin de conseguir que el motivo aparezca bien encuadrado
en la toma final, deberás situarlo casi fuera del encuadre en el momento
del disparo. Ello es debido al desfase que existe entre el momento de
accionar el disparador y la captura real de la imagen. Después de varias
pruebas podrás prever, sin ningún problema, la situación exacta y el momento
preciso en el que accionar el disparador.
Técnicas especiales en la fotografía de
acción
Como puedes ver en esta lección y en la anterior, en
la fotografía de acción se pueden aplicar diferentes técnicas fotográficas.
Algunas pretenden congelar el movimiento del motivo, otras intentan obtener
imágenes abstractas en las que la fotografía "movida" sea la protagonista,
prescindiendo incluso motivo fotografiado.
El instante preciso
La capacidad de congelar el movimiento de un motivo, además de utilizar
una velocidad de obturación alta, también depende del momento exacto en
que se dispare la cámara. Los fotógrafos especialistas en deportes utilizan
una técnica tan simple como efectiva: disparar la cámara en el momento
en que la acción se encuentra en el punto culminante.
Un saltador de pértiga en el momento de superar el listón, un caballo
saltando para superar un obstáculo, un futbolista en el momento de rematar
de cabeza, un jugador de baloncesto en el momento de lanzar a canasta,
y un largo etcétera, son algunos de los múltiples ejemplos posibles en
los que el motivo (el deportista en estos casos) parece detenerse en el
aire por una fracción de segundo. Si disparas la cámara en este preciso
instante (en esta breve pausa), no sólo tendrás el "momento cumbre" de
la acción, también podrás congelar el movimiento con mucha más comodidad
y con velocidades de obturación más lentas.
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En estas
imágenes se puede apreciar claramente que la toma corresponde al momento
cumbre de la acción. Es decir, justo el momento en que el deportista
parece quedar suspendido en el aire.
Fotografías movidas
Las fotografías movidas no tienen que ser, necesariamente, imágenes para
desechar. Recuerda que es muy distinto "hacer" una fotografía movida que,
entre las imágenes captadas, "salga" una fotografía movida.
Además de
la técnica estudiada en la lección anterior, en la que se propone la
utilización del trípode para trabajar con velocidades de obturación
lentas, también puedes utilizar las velocidades lentas sin la ayuda del
trípode. En la gran mayoría de situaciones te sorprenderán gratamente los
resultados estéticos.
Puedes aplicar la técnica de combinar las
velocidades de obturación lentas con la cámara a mano, en fotografías de
deportes, en fiestas y reuniones familiares, en un castillo de fuegos
artificiales, al fotografiar monumentos iluminados de noche, andando por
la calle, desde el interior de un coche en marcha, y en todas las
situaciones en las que el motivo o la cámara pueda tener movimiento.
También puedes ensayar en las situaciones en las que tanto el motivo como
la cámara están en movimiento. Si estas técnicas te seducen, deja volar tu
creatividad y explora las múltiples posibilidades.
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 | Las fotografías
movidas fueron, durante décadas, sistemáticamente descartadas al
considerarse que eran "malas", ya que el fotógrafo no había conseguido
"congelar" el movimiento. Gracias a las altas velocidades de obturación de
las cámaras modernas y de las altas sensibilidades de las películas o
CCD´s, congelar el movimiento, en la mayoría de ocasiones, ya no es ningún
reto para el fotógrafo. Actualmente el movimiento se utiliza, como un
argumento más, para expresar o transmitir la realidad presentada de forma
casi irreconocible. La plasticidad de las formas y colores entremezclados,
además del alto grado de abstracción, son los aspectos que más valoran los
fotógrafos interesados en trabajar con el movimiento.
El efecto zoom
El efecto zoom,
también denominado "zooming", sólo lo podrás poner en práctica en el caso
de que dispongas de una cámara digital que no sea compacta (tipo Nikon
D-1, por ejemplo). Este efecto resulta muy espectacular y puede aplicarse
tanto a motivos en movimiento como en situaciones estáticas.
La
técnica consiste en:
- Ajustar una velocidad de obturación lenta (1/4, 1/2, 1, 2, 3
segundos o más).
- Buscar el diafragma adecuado para una exposición correcta.
- Situar el zoom en la posición de angular.
- Tener la cámara montada en un trípode.
- Disparar la cámara y, mientras el obturador permanece abierto,
desplazar manualmente el zoom hasta la posición de teleobjetivo.
El resultado que obtendrás será un efecto de "explosión" de
la imagen. La zona central de la escena es la que menos se desplaza y en
los bordes del encuadre la imagen parece estallar.
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