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Fotografía y movimiento |
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La técnica fotográfica permite, en la mayoría de las
ocasiones, congelar el movimiento de un motivo. Que ello sea posible depende
de varios factores , pero este no debe ser, necesariamente, la finalidad
de todas las fotografías en las que el motivo esté en movimiento. La posibilidad
de captar el movimiento, es decir, de que en la fotografía se aprecie
el motivo movido, es también un excelente recurso expresivo para algunas
situaciones.
Tradicionalmente se ha otorgado a la fotografía la capacidad de describir
el espacio, de mostrar un determinado lugar, pero también se puede expresar
el paso del tiempo, o el movimiento de una acción, mediante un control
exhaustivo de las velocidades de obturación.
En este terreno, las cámaras digitales tienen el problema del retraso
entre el momento que se acciona el disparador y el instante en que se
capta la imagen. Ello comporta que los fotógrafos digitales debemos aprender
a anticiparnos al instante preciso. Con un poco de práctica, este problema
deja de ser una barrera para trabajar con motivos en movimiento.
Congelar el movimiento
La capacidad de congelar (o de representar) el
movimiento de un motivo en una fotografía reside en el obturador. Ya sabes
que las velocidades altas (1/250, 1/500 y 1/1000) corresponden a tiempos
muy breves de obturación.
A pesar de
que la velocidad de desplazamiento de las personas al andar sea
relativamente lento, una velocidad de obturación baja permite captarlas en
movimiento. Este efecto es muy efectivo cuando quieras transmitir la
sensación de velocidad o, simplemente, restar protagonismo a las personas
para centrar la atención en la forma.
Si
trabajas en modo automático, para obtener la velocidad de obturación lo
más alta posible deberás seleccionar la posición "S". Con este ajuste
podrás escoger una velocidad alta y la cámara seleccionará el diafragma
que le corresponda para una exposición correcta. Si la velocidad escogida
es muy alta, puede que en algunas situaciones la cámara no pueda
seleccionar la abertura máxima de diafragma necesaria. En este caso
deberás reducir la velocidad. Que te sea posible ajustar una velocidad de
obturación alta está en función de:
- Luz ambiente intensa
- Posibilidad de abrir al máximo la abertura de diafragma
- Sensibilidad del CCD
Disponer de una luz ambiente de
cierta intensidad (trabajar a pleno sol, por ejemplo), permite obtener
una combinación de velocidad/diafragma que facilita congelar el movimiento
de un motivo. Esta situación te permitirá, al mismo tiempo, que la cámara
ajuste un diafragma relativamente cerrado, lo que comporta una profundidad
de campo aceptable.
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En
condiciones de poca luz, necesitarás abrir el diafragma al máximo para
poder ajustar una velocidad de obturación alta. Una abertura máxima de
diafragma comporta poca profundidad de campo. Presta mucha atención a la
operación de enfoque. Recuerda la técnica de enfocar el motivo
protagonista, bloquear el enfoque y, si es necesario, reencuadrar la
escena.
La sensibilidad del CCD, combinada con la luz ambiente, es
la que determina la exposición necesaria (velocidad/diafragma). La cámara
te permite realizar diversos ajustes de sensibilidad, pero ya sabes que
sensibilidades superiores a la normal (equivalente a 100 ISO) comportan un
cierto nivel de "ruido" en la imagen. En la posición "Auto" la cámara
trabaja a 100 ISO, salvo cuando las condiciones de luz son precarias, que
la sensibilidad se ajusta, de forma automática, a un nivel suficiente que
permita captar la fotografía. Cada vez que se dobla la sensibilidad ISO
(100, 200, 400) se puede doblar la velocidad de obturación (1/125, 1/250,
1/500, por ejemplo) y mantener el mismo diafragma.
Captar el movimiento
Mostrar el movimiento mediante
una fotografía en la que el motivo aparezca desdibujado resulta altamente
efectivo y de una gran fuerza expresiva. Este tipo de fotografías suelen
sorprender al espectador, ya que la gran mayoría de aficionados buscan
siempre la opción de congelar el movimiento. También aquí deberás ensayar
hasta aprender a disparar la cámara con una fracción de segundo de
anticipación al instante preciso.
En este tipo de técnica el uso
del trípode puede resultar imprescindible. Gracias al trípode como soporte
de cámara, podrás ajustar una velocidad de obturación lenta para captar el
movimiento del motivo, mientras el resto de la escena aparece
perfectamente quieta y nítida.
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Las escenas en
las que existe movimiento pueden ser un excelente campo de
experimentación. En la primera fotografía se ha disparado la cámara en el
momento en que las personas descienden del tren suburbano. Las figuras
aparecen desdibujadas, transparentes y con formas fantasmagóricas. La
escena urbana, con luz crepuscular, permite captar el ligero movimiento de
las palmeras con cierta dosis de misterio.
Velocidad relativa
Resulta difícil establecer con
precisión la velocidad de obturación que capte el movimiento de forma
totalmente previsible, ya que la forma de representar el movimiento (al
igual que para congelarlo) depende de varios factores:
- La distancia de la cámara al motivo
- La dirección del desplazamiento
- La distancia focal
La distancia de la cámara al
motivo es un factor clave. Resulta fácil comprobar como un motivo, que
se desplaza a una velocidad relativamente lenta, pero cerca de la cámara,
parece que la velocidad sea superior que cuando se desplaza a gran
velocidad, pero lejos de la posición de la cámara. Por ejemplo, los
fotógrafos especialistas en motor trabajan a grandes distancias, y con
grandes teleobjetivos, para poder seguir los coches o motos. Es casi
imposible seguir el movimiento de un coche de Fórmula 1 a pie de circuito.
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Cuanto más
lejos te encuentres del motivo, más fácil te será congelar el movimiento.
En estas dos fotografías el agua aparece razonablemente nítida y casi se
representa de la misma forma. Sin embargo, las combinaciones de velocidad
y diafragma para obtener un resultado parecido son muy distintas. En el
plano general, la velocidad de obturación fue de 1/283,7 y el diafragma
f/7,9. En el plano corto la velocidad necesaria para obtener el mismo
efecto fue de 1/1000 y el diafragma de f/4,4.
La distancia focal
obliga a situarse a una determinada distancia del motivo. Por ejemplo, si
quieres "llenar" el encuadre con un motivo en movimiento y con un angular,
deberás trabajar desde muy cerca. En este caso, la velocidad relativa del
motivo es mayor. Por el contrario, si trabajas con un teleobjetivo,
deberás situar la cámara a una distancia mayor. Ello comportará que la
velocidad relativa sea inferior.
En estas
dos fotografías puedes comprobar el efecto de la distancia focal y la
distancia de trabajo en el movimiento. La primera ha sido captada con el
angular y con una combinación de 1/777,6 y f/3,1. La segunda, tomada desde
más lejos y con el teleobjetivo, ha sido captada a 1/232,5 y f/7. El
movimiento ha sido congelado de forma que aparece casi igual en las dos
imágenes, pero mediante combinaciones distintas.
Técnicas y recursos especiales
El movimiento permite una amplia variedad de recursos técnicos
y expresivos que no debes dejar de ensayar. Algunos de los más asequibles
y espectaculares son:
- Combinar el flash y la exposición prolongada
- Utilizar filtros de densidad neutra (ND)
- Crear dinamismo con una secuencia
- El barrido
El flash, combinado con una velocidad de
obturación lenta, permite obtener imágenes espectaculares de motivos en
movimiento. Puedes ensayar con la opción de flash lento, pero también en
modo manual escogiendo tu mismo una velocidad de obturación muy lenta
(1/15 ó menos). Fiestas, discotecas, etc. son situaciones excelentes para
esta técnica. Naturalmente la escena debe ser nocturna o con muy poca luz
ambiente. Algunas competiciones deportivas, especialmente en las que
puedas situarte muy cerca de los participantes (en pista cubierta), son
también motivos que permiten aplicar estos recursos. Con esta técnica
obtendrás el motivo "congelado" (gracias al flash) y, como en una
sobreimpresión, el propio motivo en movimiento, ya que después de haber
disparado el flash el obturador ha permanecido abierto durante un tiempo
añadido.
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Los filtros de densidad neutra
(ND) son grises y se utilizan, en la fotografía profesional, para
absorber luz. Permiten trabajar con velocidades de obturación lentas en
situaciones en las que existe demasiada luz ambiente para los intereses
del fotógrafo. Son de gelatina y se colocan delante del objetivo. Se
comercializan con diferentes densidades, que absorben 1, 2 ó 3 diafragmas
(o fracciones de diafragma), y se pueden sumar.
Esta opción te
puede facilitar la tarea cuando desees exponer con velocidades lentas y
exista mucha luz ambiente. Debido a que no podrás contar con un soporte
portafiltros que se adapte al objetivo de tu cámara, deberás sujetarlos (a
mano) delante del objetivo.
Con una secuencia puedes
potenciar la sensación de movimiento mediante imágenes fijas. Más allá de
la opción que te permite la cámara de captar una secuencia en forma de
"película", la secuencia fotográfica es una serie de fotografías que,
mostradas de forma consecutiva, permite apreciar el desarrollo de un
determinado movimiento, acción o historia.
Intenta plasmar una
pequeña historia o acción mediante una serie de imágenes. Podrás apreciar
que acciones cotidianas (dar la comida a un bebé, las diferentes poses de
un animal doméstico, el cambio de la luz en una habitación o paisaje a lo
largo del día, etc.) pueden convertirse en potentes secuencias de gran
valor narrativo.
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