|
|
|
|
|
|
|
La fotografía digital en los viajes |
|
|
Desde que la fotografía se popularizó como
un medio insustituible para plasmar las vivencias y experiencias del ser
humano, resulta difícil imaginar un viaje o excursión sin la compañía
de la cámara fotográfica.
Las tres fotografías sirven de muestra de algunas de
las situaciones más comunes en las que se suelen tomar fotografías: las
excursiones, las vacaciones y los viajes en condiciones climatológicas
difíciles.
En el caso de la fotografía digital, algunos de los aspectos
que deberás prestar atención son: Qué llevar, la autonomía y la protección
de la cámara.
Qué llevar
Para poder decidir con acierto qué equipo llevar en un
viaje o excursión, resulta fundamental disponer de información precisa
de las condiciones con las que te encontrarás. Naturalmente, existe la
posibilidad de que tu equipo se limite a la cámara, sin accesorios ni
equipos portátiles, pero aún así, deberás tomar tus decisiones según el
tipo de desplazamiento que realices.
Excursiones y salidas cortas
En estas situaciones deberás tener en cuenta la cantidad
aproximada de fotografías que vas a tomar. De ello depende que puedas
calcular la autonomía de las baterías y la capacidad de tu tarjeta.
Si debes cargar las baterías, asegúrate de llevar contigo el cargador
y que podrás disponer de la toma de corriente adecuada. Debido al tiempo
de espera de la recarga, siempre te será más práctico disponer de una
batería de recambio, ya que no siempre podrás esperar el tiempo suficiente
para que la recarga sea completa.
Recuerda que, en general, las baterías deben ser agotadas al máximo antes
de proceder a su recarga. Hasta que no estén completamente cargadas no
es recomendable utilizarlas. Estas precauciones te evitaran el llamado
"efecto de memoria". El efecto de memoria provoca que las baterías duren
menos tiempo y que cada vez recarguen menos cantidad de energía.
Viajes
En los viajes, la fotografía digital puede comportar
algunas incomodidades que, a pesar de todo, se ven compensadas por las
grandes ventajas de esta tecnología.
En función de la duración del viaje, y del número de capturas que realices,
necesitarás disponer de:
- Más de una tarjeta de memoria de capacidad media
- Cargador de baterías
- Un mínimo de dos baterías (o dos juegos)
Este pequeño conjunto de baterías, cargador y tarjeta
de memoria, son la base del éxito fotográfico de cualquier viaje o excursión.
Si dispones de un ordenador portátil (y las ganas de transportarlo), todas
estas pequeñas dificultades desaparecen. Podrás descargar las imágenes
al disco duro y conectarte a Internet desde tu ordenador. Esta es la opción
más "pesada", pero, sin duda, la más cómoda para volcar el contenido de
las tarjetas, salvar las fotografías y poder conectarte a la red.
La posibilidad de viajar con el ordenador portátil es,
hoy por hoy, una opción que sólo se plantean los fotógrafos profesionales,
pero es una gran solución para el volcado de las fotografías, su cómoda
visualización y para la conexión a internet desde cualquier lugar.
Autonomía
Casi todo lo concerniente a la autonomía está descrito
en el apartado anterior (y en anteriores lecciones), ya que ésta depende
de dos grandes factores:
- Las baterías
- La capacidad de la tarjeta
Por lo que hace referencia a las baterías, y a modo de recordatorio, ten
presente que algunas de las cosas que consumen más baterías son:
- El uso del flash
- La pantalla LCD
- El uso indiscriminado e innecesario del zoom
- El autoenfoque en modo "continuo" (si puedes, utiliza la posición
"single". La cámara enfocará sólo cuando presiones el botón de disparo)
- El frío y el calor
Procura disponer de baterías de recambio. No confíes en encontrar el tipo
de baterías que necesitas en todas partes.
En cuanto a las tarjetas de memoria, recuerda:
- Disponer de varias tarjetas de capacidad media es más seguro que
utilizar una de gran capacidad
- La velocidad de la tarjeta (4x, 8x, 12x) condiciona el tiempo de
grabación de datos y, por tanto, la demora entre captura y captura
(la velocidad de la tarjeta no tiene nada que ver con la autonomía,
pero sí con la velocidad a la que puedas trabajar)
Protección de la cámara
Para viajes en los que dominen las condiciones extremas,
también deberás extremar las precauciones, ya que las cámaras digitales
son tan prácticas como delicadas.
Para el frío
En condiciones de frío extremo (nieve, alta montaña,
etc.) la cámara puede que no responda de forma correcta o, incluso, que
deje de funcionar. Las cámaras suelen soportar hasta unos 10º grados bajo
cero (-10º), pero esta barrera se establece en el laboratorio o banco
de pruebas. En la práctica, otros aspectos como la humedad o las condiciones
ambientales, pueden hacer que este límite se reduzca. Ambientes en los
que la humedad sea superior a un 60%, no son muy recomendables en la fotografía
digital. Las bajas temperaturas también reducen de forma notable la duración
de las baterías.
El frío intenso no es un buen aliado de la fotografía.
En estas condiciones, el cuidado del equipo y de las baterías resulta
esencial. El frío y la condensación de agua en el interior de la cámara
puede producir daños.
Algunas precauciones muy útiles en frío extremo son:
- Protege la cámara con la temperatura del cuerpo. Mientras no estés
tomando fotografías, coloca la cámara entre la chaqueta (abrigo, etc.)
y tu cuerpo. Ello mantendrá la cámara a una temperatura constante
y evitará la congelación y la "caída" de las baterías. Saca la cámara
sólo para realizar las tomas y vuelve a guardarla enseguida.
- Si la cámara tiene partes metálicas (cuerpo, visor, etc.), en contacto
con la piel, pueden llegar a producir quemaduras a causa de las bajas
temperaturas. Si es necesario, utiliza guantes y acércate el visor
al ojo con precaución, ya que la piel puede llegar a pegarse al metal.
Probablemente, antes de que ello suceda, la cámara habrá dejado de
funcionar.
- Si llevas baterías de recambio, no las transportes en la bolsa de
la cámara. Debes guardarlas en un bolsillo interior del abrigo.
Para el calor
Las altas temperaturas tampoco son buenas aliadas de
la fotografía digital. Temperaturas superiores a los 50 grados pueden
provocar que la cámara deje de funcionar, o lo haga de forma incorrecta,
y las baterías se descarguen con mucha rapidez.
Puede parecerte que 50º son muchos, pero recuerda que a pleno sol y en
según que lugares, no es nada difícil alcanzar esta cifra. Por otra parte,
si la cámara es negra, la temperatura que puede alcanzar es muy superior
a la temperatura ambiente que indique el termómetro.
El calor también puede provocar problemas en la cámara.
En el desierto, además del calor, debes proteger la cámara del polvo y
de la arena. Utiliza bolsas de plástico para proteger la cámara cuando
no la utilices.
Algunas recomendaciones en altas temperaturas son:
- Protege la cámara de los rayos directos del sol tanto como te sea
posible. Además de problemas de funcionamiento, los recubrimientos
plásticos de la cámara (si los hay) pueden llegar a derretirse.
- Si la humedad ambiente es elevada (selva, países tropicales, etc.),
utiliza bolsas de Gel de Sílice en la bolsa de transporte de la cámara.
- En zonas desérticas, con viento de arena o mucho polvo, protege
la cámara en bolsas de plástico estancas (las que se utilizan para
congelar alimentos son muy útiles).
- Para limpiar el polvo de la cámara, utiliza aire comprimido (existen
envases pequeños para viaje), o los típicos sopladores de goma. Si
utilizas un paño o gamuza para eliminar el polvo, puedes rayar la
cámara. Una vez eliminado el polvo, puedes utilizar un paño húmedo.
Sécala inmediatamente.
- Para la pantalla LCD puedes utilizar, con mucho cuidado, un paño
suave y seco.
- Para limpiar el objetivo utiliza bastoncillos de algodón. Realiza
un movimiento rotatorio desde el centro hacia los extremos del objetivo.
No frotes la lente.
 |
Las clásicas bolsas de plástico para congelados son una
excelente protección en caso de condiciones meteorológicas adversas. Llévalas
siempre en tus excursiones o viajes.
|
| |