Foto-familiar

     
 
 
 
La fotografía digital en familia
 
 
La fotografía familiar se ha convertido en un elemento imprescindible en la sociedad moderna. Millones de aficionados a la fotografía lo son gracias al interés en plasmar la vida de la familia, y las vivencias personales, en imágenes.

La fotografía destinada al álbum, la familia y los amigos, es la que genera un mayor volumen de negocio a fabricantes de cámaras, material sensible y laboratorios, incluso más que la fotografía profesional. En la actualidad, la fotografía digital está modificando los hábitos de consumo y la rutina utilizada hasta ahora. El proceso tradicional de: compra de carrete, toma de las fotografías, esperar (en ocasiones incluso meses) hasta acabar el carrete, desplazamientos al laboratorio para entregar la película y posterior recogida; ahora se puede substituir, sin salir de casa, por la inmediatez de la fotografía digital.


Las celebraciones familiares y la fotografía son elementos inseparables. El valor de estas imágenes, más allá de la calidad técnica, reside en su capacidad de mantener el recuerdo de una fecha determinada, de una celebración concreta o de las personas fotografiadas. En esta fotografía puedes apreciar el buen clima de la reunión y el papel de protagonistas de los cabezas de familia. No dejes de cuidar el orden y la colocación de tus amigos y familiares en las fotografías.

El recuerdo personal

La fotografía cumple diversas funciones en la crónica familiar: no sólo sirve de recuerdo, también es la prueba y la memoria visual de todos nosotros. En ocasiones, la fotografía familiar ha sido tratada con un cierto menosprecio por aficionados avanzados y profesionales, pero esta discriminación tiene poco sentido, ya que el valor hay que buscarlo en la función que cumple: el recuerdo personal.

La fotografía digital, al contrario de lo que sucede con la química, permite la realización de un gran número de capturas sin que ello represente coste alguno. Para obtener fotografías que cumplan con el requisito de ser un documento de recuerdo personal, y que además tengan interés visual, deberás acostumbrarte a realizar un gran número de fotografías en cada situación.



Si bien es cierto que el sentido máximo de la fotografía familiar se encuentra cuando plasma los acontecimientos personales y familiares, ello no exime al fotógrafo aficionado del pequeño esfuerzo que significa que las fotografías sean "las mejores posible". Es decir, además de servir de recuerdo, intenta que tus fotografías cumplan con los requisitos básicos de una buena fotografía.

Los requisitos básicos

Las fotografías destinadas al álbum familiar, si deseas que además de ser un recuerdo, sean imágenes interesantes, deberán cumplir los requisitos básicos de cualquier imagen fotográfica:
  • encuadre y composición correctos
  • toma a la menor distancia posible
  • distancia focal adecuada al tema
  • exposición ajustada
  • iluminación adecuada a las intenciones

Recuerda que no existe una fórmula mágica para realizar el encuadre y la composición "correctos", pero excluir todo lo que no sea necesario y buscar el equilibrio de la imagen en la distribución de los elementos, son aspectos claves para obtener una buena fotografía.



 

Antes de guardar las fotografías y darlas por "buenas", no dejes de corregir todas las posibles deficiencias. En esta instantánea, tomada a toda prisa, la figura queda perdida dentro de un encuadre torcido. El reencuadre ha convertido la fotografía en vertical, ha eliminado espacio y ha mejorado la composición.

La distancia a la que realices la toma debe ser, en general, la menor posible. Sin embargo, deberás tener en cuenta las situaciones y circunstancias que aconsejen trabajar a cierta distancia del motivo. Procura aprender a pasar lo más desapercibido posible. Obtendrás mejores fotografías si la cámara y tu os hacéis invisibles a los ojos de los que te rodean. Ello no es fácil, pero con la práctica podrás mejorar tus habilidades como fotógrafo.




En la primera fotografía la figura de la niña aparece pequeña y perdida en el espacio. En la segunda toma se ha concretado la intención del fotógrafo y no existen elementos que dificulten la lectura de la imagen.

No olvides plantearte qué distancia focal es la más adecuada a cada toma. Ya sabes que el recurso de utilizar, de forma indiscriminada, el zoom para "alejarte" o "acercarte" del motivo, no es lo más recomendable. Utiliza el angular y el teleobjetivo cuando sea necesario. La focal intermedia puede serte la más útil en la mayoría de situaciones.

Las sobre y subexposiciones son difíciles de arreglar y compensar correctamente en el ordenador. No confíes en que el ordenador es capaz de inventarse información donde no existe. Zonas sin detalle, de altas luces o sombras, son difíciles de corregir. Además, procura ajustar la exposición a las condiciones de visionado de tus fotografías. No es lo mismo verlas en la pantalla LCD de la cámara, en el monitor del ordenador o en soporte papel mediante una impresora.




Cuando quieras captar las escenas cotidianas de la vida familiar debes tener presente que, con frecuencia, las condiciones de luz son poco favorables. Aquí puedes ver la importancia de la colocación de la cámara. En la primera, la figura y la comida están a contraluz, mientras que en la segunda la iluminación resulta mucho más adecuada.

En fotografía, la iluminación es algo más que disponer de la luz suficiente para obtener una imagen. La iluminación es parte fundamental de la forma en que se expresan las cosas a través de una fotografía. Procura evitar sombras desagradables sobre los rostros. En tomas de retrato, aprovecha las ventajas de la luz difusa que existe en días nublados o en sombras claras. No utilices el flash de forma indiscriminada. Valora atentamente su necesidad y utilízalo con moderación. Recuerda que el flash no sirve de nada en situaciones en las que el motivo se encuentre a varios metros.




La iluminación de los interiores puede variar considerablemente a lo largo del día. Intenta aprovechar las mejores condiciones para tus fotografías. Aquí puedes ver el resultado de retirar las cortinas del salón. En la primera fotografía la luz es "plana". En la segunda, la luz es mucho más interesante y, por ejemplo, se transmite la sensación de que es la hora de la siesta.


 

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